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EL JAJAÑ UNA ESCUELA TRADICIONAL CAMENTSA

Los camentsa enseñan y construyen escuela a través de sus vivencias diarias; es así como el "JAJAÑ" o chagra tradicional constituye un lugar imprecindible en la vida de un camentsa pues es el espacio donde se recrea, piensa, educa y se produce; además la tierra es considerada como nuestra mamá (TSBATSANAMAMA o madre tierra) y por lo tanto es sagrada pues en ella se cultivan diversos productos cono el maíz, el frijol, las coles, las cunas... con una fuente rica en agua que nos garantizan el sustento y en ella podemos asentar nuestras viviendas.

Tradicionalmente nos ha permitido unirnos a través del trabajo en comunidad llevando a los niños a este sitio donde se pueden identificar con la naturaleza y todos sus beneficios y de paso aprender de los trabajos que un futuro hombre deberá desempeñar para su beneficio y el de su comunidad.

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Etnobotánica: el Yagé y el Jajañ forjadores del saber y tradición indígenas

 

ETNOBOTANICA EN EL VALLE DE SIBUNDOY
El yagé y el jajañ forjadores del saber y tradición indígenas*
JAVIER BURBANO MUÑOZ**
VALLE DE LA PUERTA DEL SOL:  TABANOK

Haciendo historia el Valle de Sibundoy fue una hermosa laguna poblada en sus colinas aledañas de indígenas Kamsá e Ingas, que posteriormente fue desecada para convertirla en tierra de cultivo.
En 1.535 cuando llegaron los tenientes Juan de Ampudia y Pedro de Añasco, encontraron a estos pueblos indígenas organizados tradicionalmente, con lengua propia y cultura propia ubicados en aquel tiempo al pie donde empezaban las colinas y montañas.  Allí vivían y a dicho espacio lo denominaban TABANOK, que quiere decir:  "el lugar de origen"1, hoy conocida como el casco urbano el municipio de Sibundoy.  En la medida que iba madurando la Madre Tierra, ellos iban desarrollando sus propios sistemas de cultivar la fauna y la flora,  en la parte plana hasta donde lo  permitía la ciénaga de la laguna que estaba secando.


Estos primeros pobladores tuvieron que soportar todos los efectos de la "conquista" y en épocas de la Colonia les correspondió volver a heredar su tierra en calidad de Resguardo, gracias al trabajo del cacique Carlos Tamabloy (1.700), quien le compró a la Corona Española una gran extensión de tierras, entre lo que hoy se conoce como Nariño y Putumayo.
Desde entonces, la influencia de la inmigración colona cambió el curso de la historia indígena del Alto Putumayo iniciando un proceso de transformación cultural y social.  no obstante, luego de periodos críticos a través de la historia la convivencia ha sido pacífica entre el colono y el indígena.


Restos arqueológicos encontrados en los alrededores del Valle de Sibundoy, testimonio de grupos precolombinos de hace 600 años después de Cristo hasta la época de la Conquista Europea en el siglo XVI, hacen presumir que los Ingas arribaron por el sur desde el Perú, lo que lo hace parte de la familia lingüística quechua.  De los Kamsá aún no se ha establecido bien, puesto que su filiación lingüística no encaja en los grupos de la Zona Andina y Amazónica, por tal motivo se ha dado espacio para crear diversas versiones de su origen o ascendencia2.  Entre ellas, la que más aceptada es la que declara su ascendencia polinésica.


COMUNIDADES INDIGENAS DEL VALLE DE SIBUNDOY LOS KAMSA

 
Los Kamsá habitan en la parte baja del municipio de Sibundoy y en parte del municipio de San Francisco, son aproximadamente 5.000 individuos según el último Censo establecido en la región; actualmente, algún sector de la comunidad aún conserva su indumentaria y su lengua, otros han optado por vivir, vestir y hablar cotidianamente como los colonos.  De carácter pacifico como sus antepasados cultivan la tierra, son en su mayoría de escasos recursos económicos.  Reconocen y ratifican a las autoridades tradicionales indígenas, para que independientemente de las autoridades municipales conozcan y ordenen los asuntos familiares y sociales de la comunidad y apliquen sanciones menores usuales entre ellos.  Reciben apoyo del gobierno para que mejoren sus condiciones de vida y logren un desarrollo acorde con el contexto en el que viven.
Son los mejores sabedores de las plantas medicinales y mágicas, el Yagé ocupa el más importante lugar entre las plantas mágicas, se le considera poderoso.

COSMOVISION


La cosmovisión de comunidad Kamsá es vista como una totalidad de cuerpo-alma-espiritu, unión compartida con sus elementos materiales que entra en diálogo interrumpido con su forma de pensar, de ser, de obrar y de actuar en conexión con la madre tierra, la naturaleza y el respeto comunitario, con las plantas, animales y personas.
Con su lenguaje ceremonial muy amplio y el profundo apego con sus creencias y sus orígenes, con sus normas de comportamiento todas dirigidas hacia la familia en el valor del respeto, en darle sentido a la vida partiendo de la unidad en relación con el destino del universo, interiorizados y transmitidos de generación en generación, en la vida cotidiana del bien común, no siendo individualista, ya que los taitas mayores no lo fueron.
Su pensamiento dentro de la unidad con relación al hombre a la naturaleza, se ejemplariza con la formación de cuadrillas, grupo de personas que trabaja comunitariamente en donde no existe obligatoriedad, mejor como símbolo de amistad dando a entender que el espacio no es propiedad de nadie, es compartido.  Esto se explica con el principio de reciprocidad, donde no hay compromisos adquiridos.
Como quiera que en toda sociedad existen actitudes negativas, la comunidad Kamsá no es ajena a ellas, siendo lo más característico la envidia, el egoísmo y en algunos integrantes completa desidia por el futuro de su comunidad y del mundo común, aunado esto a crecientes problemas de alcoholismo.
Tierra de los Taitas
La Tierra para el indígena tiene carácter femenino, juego un papel fundamental y es la representante de la gran MAMA, que tiene muchos hijos, plantas, animales, etc.  y que les enseñó que juntos forman un complemento con la naturaleza, con espíritu de pensamiento colectivo humanitario, que debe rescatarse, como enseñanza fraterna.  Esta serie de enseñanzas poco a poco se han ido perdiendo, absorbidas por la transculturación de los pueblos.
Vemos entonces, que territorio y cosmovisión están ligados, que es la misma forma de pensar y que le da sentido a sus vidas.  De esta manera han construido su identidad, su sentido de pertenencia de pertenencia a través de la socialización han dado a conocer su origen, territorio, cosmovisión, lengua, sus procesos históricos portadores de una verdad sagrada para relacionarla con los otros; esa identidad hace que los una al mundo natural, a su hábitat, a su diferencia, a sus experiencias vividas de cuanto les rodea.
En las pocas chagras o jajañ que aún conservan algunos indígenas, con toda la biodiversidad que les caracteriza (en momentos en que los monocultivos amenazan con crear serios inconvenientes medioambientales), están representados el mundo espiritual y el mundo material, el hombre y la mujer, la cultura y la naturaleza.  A través de las plantas los Kamsás entienden el principio y el fin de la vida, las fuerzas naturales que allí emergen con todo su poder y son las que le dan toda la sabiduría en un mundo fuera de toda realidad científica, preñado de un gran poder, donde han desarrollado una tradición oral de observación aguda y memoria para ser aprendida por las generaciones futuras.


 LA CHAGRA O JAJAÑ EN LA COSMOVISION INDIGENA
Jajañ, como prefieren los indígenas Kamsás que se llame a las Chagras Tradicionales, es "el lugar donde está presente y vigilante el pensamiento, el respiro y el ánimo de nuestros mayores", "es la cuna y el pensamiento del indígena".
El cultivo del jajañ comprende un gran caudal de conocimiento sobre el medio natural:  los astros, la inmensa diversidad de tierras y aguas, el comportamiento de las plantas y los animales, la bondad de materiales constructivos y abono.  También habilidades en el uso productivo de estos elementos en agricultura y ganadería, medicina y veterinaria, protección contra pestes y enfermedades8. .

Los habitantes indígenas del Valle de Sibundoy, por su condición de mediadores entre las tierras bajas y altas, presentan rasgos culturales tanto andinos como selváticos.  En el pensamiento Sibundoy la tierra es la Pachamama andina y el uso del Yagé es el camino hacia su íntimo saber.


Para el indígena, el mundo es un todo vivo y todos los seres que lo componen (los humanos, los entes sobrenaturales y la naturaleza) están interrelacionados, están en comunicación.  Los elementos de la naturaleza, sean árboles, piedras, ríos o cerros, casas o chagras, todos tienen su vida interior, su vida secreta, su propia personalidad, capaz de comunicarse con el hombre a condición de que sepa abrirse a ellos y tratarles con sensibilidad.
El mundo indígena es un mundo animado y el hombre es hijo de la tierra, parte de ese universo animado, a diferencia de la visión occidental en que el mundo aparece como un mundo máquina, destinado a ser manejado por el hombre.
La tierra es vida y fuente de vida, es la madre universal, la Pachamama.  La tierra es la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos.  El trabajo es un culto a la tierra y jajañ es su templo.  El jajañ y todo lo que él representa, desde la semilla y la planta hasta la cosecha, merecen el respeto y una dedicación responsable.
"Todas las plantas tienen su espíritu"  (Taita Martín, Kamsá, Sibundoy).
"Las platas que tenemos aquí eran de mi padre... cuando se estaba muriendo, ellas se fueron muriendo.  (Mercedes Cuatindioy; Inga, San Andrés).
"Las plantas medicinales se siembran separadas...  cada una tiene su poder. las que tienen el mismo poder se pueden sembrar juntas.... el ají no se siembra con las medicinales.... las maticas sienten.... tienen vida como uno". (Salvador Buesaquillo, Kamsá).
"A los ancianos no les gusta que se corte la tierra.  Todos las labores se hacen con machete y se siembra con madera, con el "chakin".  El azadón no es bien visto porque al cortar se hiere la madre... la chagra permite la relación con una madre que siempre está frente a uno...  no sólo es algo que produce plantas y cuida animales... es madre creadora de todos...  por eso los ancianos nunca consideraron la tierra como dinero".  (Egidio Muchavisoy, Kamsá).
De la cosmovisión centrada en la tierra, personificada y divinizada como la madre universal, resulta una relación del hombre con su medio natural de diálogo y de respeto.  De ello resulta una tecnología benévola, respetuosa que fomenta la vida profunda de los cultivos y toma en cuenta la vida secreta de todas las cosas del medio natural, humano y divino.  La intervención del indígena en el mundo natural, el trabajo de la tierra, es un verdadero diálogo y una crianza.  En este diálogo cariñoso y respetuoso, las cosas y el hombre mismo se llenan de vida y florecen.  Esta crianza es simbiótica, mientras se cultiva la chagra, se cría el ganado, éstas crían al hombre dándole vida.  Es una relación no violenta, no sujetando la naturaleza por la fuerza sino ganando su voluntad y siempre teniendo en cuenta que el hombre es tan parte de ella como las plantas, el agua, los astros, los animales y el mundo sobrenatural.
Jajañ es en pequeño lo que la naturaleza es en grande.  Es un espacio reducido donde se cría en desorden.  Es un bosque tropical de cultivos:  es lo que podríamos llamar un bosque tropical.  Con base en la riqueza cultural, los pueblos indígenas, tanto andinos como selváticos, inventaron un sistema de agricultura que se originó en la domesticación de una gran variedad de especies de plantas, simulando la composición de un bosque natural.
La estructura de las chagras en el Valle de Sibundoy, presenta un dosel compuesto de árboles de 5 - 10 metros de altura.  Entre los principales árboles pertenecientes al primer nivel se encuentran:  Nogal, Macó, Motilón, Ciruelos, Aguacate, Capulí, Moquillo.  Estos frutales comparten el dosel con Eucaliptos y Sauce utilizados como barrera rompevientos.  En el nivel intermedio se encuentran árboles de 2 - 5 metros de altura:  Chilacuán, Guamos, Sachaporoto, Tomate de árbol, Lulo o naranjilla, Plátanos, Naranjos, Duraznos, Peras, Manzana, Reina Claudia, Chirimoya El nivel inferior o herbáceo está compuesto de plantas que crecen entre la superficie del suelo y los dos niveles.  Encontramos aquí:  Maíz, Plantas aromáticas y medicinales, Arracachas, Moras, Achiras, Uchuvas, Xanthosomas, al menos 5 especies (Sixe, tumaqueño, barbacoano, cuna), Papas, Habas, Alverja Guasimba, Col, Repollo.  De las ramas de los árboles descuelgan enredaderas como:  Frijol tranca, Frijol matambre, Granadilla, Curubas, Maracuyá, Sidrayota.  Por el suelo crecen Calabazas y Zapallos que de vez en cuanto trepan a los árboles.
Esta imitación cultural de la vegetación natural balancea con notable eficacia los efectos del clima y permite, de la mejor manera, la utilización de la luz, el sol y el suelo.
Según F. Correa, las chagras o jajañ son objeto y medio de producción fundamental, su utilización equilibrada vía el complejo sistema de preservación ecológica, lo transforma en medio de producción y reproducción social.  son sofisticados taxonomías nativas de suelos de cultivo, de econichos, o de clasificaciones etnobotánicas lo que evidencia una profunda experimentación en busca de un adecuado manejo del territorio conservado10.
Las chagras son autosuficientes y en algunas ocasiones los subproductos pueden ser vendidos en las plazas locales.  Por otra parte, el tamaño de las chagras y la especial protección que les brindan los grandes árboles, limitan la devastadora acción de los vientos, además poseen zanjas en los linderos y dentro de ellas mismas, lo que permite evitar encharcamientos debido a la alta precipitación con la que adolece el Valle en algunas épocas del año.
El cultivo de jajañ
Alrededor de la chagra se siembran árboles con frijol tranca, que sirven de cerca viva, tumaqueños (Xanthosomas) que aguantan mucho agua y borrachero (Daturas)11 muy característicos de la zona andina.  Los borracheros hacen buen abono, botan muchas hojas, no dañan la tierra, evitan la peste en las gallinas y protegen la chagra, "hacen sentir respeto" dicen. El borrachero, como el Yagé, es un enteógeno con un "espíritu muy fuerte".  La variedad de borracheros en el Valle de Sibundoy es enorme, son muy pocas las chagras que no tienen su presencia.  Se utiliza no sólo para entrar en contacto con el mundo sobrenatural, sino también, como insecticida orgánico.  "Para evitar la plaga y el malhecho se machaca el borrachero con ají rocote... se mezcla y se riega por toda la chagra... también se mezcla  la ruda con eucalipto y se  riega el maíz ya seco en rama... para que el maíz no se gorgojee antes de la siembra, se pasan las semillas por agua de borrachero".  (Salvador Buesaquillo, curaca Kamsá).
Para cultivar el jajañ, ante todo se mira la Luna (en Kamsá Joashkon "aquello que le dan la vuelta"), sus concepciones míticas han determinado algunos comportamientos culturales.
Según los indígenas, tanto Ingas como Kamsás, las fases de la luna indican los quehaceres en la chagra:
"Luna tierna:  no se hace nada, no se debe cosechar frutas, durante el 1 y 2 día de luna, es buena época para deshierbar, del 3 al 4 de luna y del 7 al 13, días de siembra.  El 5 de luna no se debe hacer nada, si se trabaja se llena de hormigas el cultivo ... se pueden sembrar flores pero no plantas de alimento porque salen "vanos".
El resto de la creciente se puede trabajar ... es el mejor tiempo para podar frutales.  Del 5 de luna en adelante se cosechan las plantas medicinales".
"Luna llena:  se relaciona con la buena o mala suerte para el trabajo en las cuadrillas, para adquirir fuerza en los brazos; los árboles frutales cargarán en abundancia si la víspera de la luna llena les hechan tierra.  Durante la luna llena, es muy buen momento para trabajar en la chagra... se hace deshierbe nocturno... si amanece claro se sacuden las plantas para despertarlos... se arreglan, se les quitan las hojas secas... momento de poda y de hechar abono... es el mejor día para curar... las medicinales tienen todo su poder..."
"El segundo día de menguante, cuando todavía la luna se ve llena, es el día de la suerte, de curar, de componer, de aprender... el tercer día es día de no hacer nada."
"Luna nueva:  Se aconseja en esta época no sembrar maíz, pues únicamente crecerán plantas largas con frutos vanos.  Es bueno sembrar a los 3 ó 6 días semillas de arracacha para que las raíces tengan muchos hijuelos".  (Testimonio  Ingas y Kamsás).


AGRICULTURA EN EL JAJAÑ
En las chagras o jajañ también se observan principios de agroecología  y de un manejo integral de la naturaleza, practicándose formas de agricultura alternativa.
"Para hacer jajañ, se siembra todo parejo... maíz, achira, calabaza, frijol, zapallo... primero, se siembra el maíz, si es con frijol, con frijol... luego, se siembran las arracachas y los sixes... los sixes se siembran en forma de caracol, la parca grande se siembra en el centro y las otras alrededor... cuando se va cosechando, se va sembrando..." (Rosa Cuatindioy, Inga).
"Se siembra entreverado, siempre guardando la misma distancia... las plantas se protegen unas con otras:  Yo tengo un café que le cuelga granadilla, una reina Claudia que le cuelga calabaza, un tomate que le carga frijol, un Chilacuán que le cuelga pepino, un limón que carga frijol..."  (Vicente Jajoy, Inga).
"La Sidrayota y la granadilla se siembran con el moquillo y al sauco le gusta  el frijol."  (Salvador, Chindoy, Kamsá).
"Las plantas medicinales se siembran lejos el ají... son plantas que tienen espíritus encontrados... cuando el curaca está aprendiendo con yagé, no puede comer ají... las plantas que curan no crecen cerca del ají (Taita Avelino Chicunque, Kamsá).
En las chagras selváticas la técnica es la "tumba y quema", en el Valle de Sibundoy es la de "tumba y pudre".  La chagra no se siembra todo el tiempo sino que se deja siempre un pedazo con arvenses que a los dos años se vuelve a utilizar, esto claro está en jajañes que abarquen algo mas de dos hectáreas.  Fuera del "compost" que se produce con el rastrojo, se utiliza también el estiércol de cuy y de gallina para abonar la tierra.
Para el indígena del Valle de Sibundoy, el maíz es el alimento por excelencia y se le tiene enorme reverencia.  No hay jajañ que no tenga la presencia del maíz.  Es el cultivo que asegura la vida desde siempre.
Desde épocas milenarias, "el maíz es Regalo de los dioses.  Para los nativos americanos, representaba el vegetal más importante en la dieta alimenticia del Nuevo Mundo, siendo además el cultígeno que facilitó la adopción de la agricultura, como base principal de la economía prehispánica12.
Para sembrar el maíz, la tierra se abre con un "chakin" (palo de madera con punta), antes se sembraba 7 granos por hoyo, luego 6 y ahora 4 o 5.  En general se siembra en el hoyo una semilla de frijol o de haba.  No se siembra en línea recta pero se va manteniendo la misma distancia entre mata y mata.  El terreno se ve limpio, sin rastrojo, pero no tiene surcos.  El rastrojo no se recoge sino que después de la limpieza se debe amontonar en zigzag dentro de la chagra y una vez se pudre, se riega alrededor de las matas de maíz.
"En abril y mayo es la siembra propia... una vez sembrado el maíz, a los tres días bota la "aguja", a los ocho días tiene dos "hojas", y en junio, se hace la primera deshierba y se le alza la tierra.  A los dos meses, en agosto, se hace la segunda deshierba, en octubre, cundo se pone amarillo, se deshoja, en noviembre se cosecha.  Siempre hay buen maíz para la chicha del carnaval".  (Pedro Juagibioy, Kamsá).
Sin embargo, también es común observar dentro del jajañ algunos cultivos sembrados por surcos, tal como maíz, arracacha, pero siempre en asociaciones.
Es de anotar que, aunque es mínima la diferencia entre la composición de la chagra Ingana y la Kamsá, su gente trabaja distinto.  El Kamsá usa el machete bajito, es decir, a ras con la tierra y amontona el rastrojo de forma muy ordenada.  El Ingano usa el machete más alto y deja la hierba desordenada en la chagra dejándola en el sitio a que se pudra.  Posteriormente, igual que el Kamsá, la utiliza como abono.
Animales en el chagra
Así como se observa una gran diversidad de plantas, en las chagras o jajañ los animales domésticos deambulan sin ningún impedimento, es común observar perros que además de servir de compañía cuidan la propiedad; gallinas, patos los que se alimentan de piedrecillas, gusanos, lombrices, arvenses; cerdos alimentados con tumaqueño (Xanthosoma sp.) y sidrayota; en la cocina de la casa, se observan  carretear cuyes, los cuales son alimentados con hojas de maíz y las restos de las mazorcas, con cáscaras de papa y de plátano.
Ocasionalmente se ven ardillas, raposas y normalmente gorriones, golondrinas, gallinazos.
¿Por qué estudiar la agricultura tradicional en las comunidades indígenas?
El estudio de la agricultura tradicional no es nuevo.  Los antropólogos han estudiado sociedades indígenas y sus sistemas agrícolas a lo largo de diversas regiones geográficas por más de un siglo.  Los modelos tradicionales de subsistencia en diversas comunidades agrícolas indígenas han sido objeto de estudios y análisis detallados teniendo en cuenta los saberes acumulados, las habilidades y las técnicas13.  En los tiempos actuales en donde la agricultura se moderniza, los saberes de los sistemas tradicionales y la lógica de los mismos se está perdiendo.
En esta agricultura tradicional se presentan tanto habilidades para sortear riesgos, mezcla de especies que se mantienen simbióticamente como "manejo" racional de los recursos naturales que pueden permitir desarrollar estrategias agrícolas más apropiadas, más sensibles a las complejidades de los procesos en los diferentes hábitats, especialmente en las muchas deficiencias que afectan a la agricultura hoy en día.  Y es que la agricultura debe ser tomada desde «el manejo de los recursos en una relación necesaria del ser humano-sociedad-naturaleza, para la obtención continuada de satisfactores tales como los alimentos (las plantas sintetizan nutrientes), la salud (plantas medicinales) y la visión cultural antropogénica que las comunidades tienen de sus vegetales»14.
Los saberes en agricultura tradicional presentan muchos referentes simbólicos, que incluyen aspectos lingüísticos, botánicos, zoológicos, artesanales, los cuales permiten exhibir interacciones complejas entre asociaciones de plantas, animales y suelos y los seres humanos.  No hay que olvidar que los saberes tradicionales son transmitidos oralmente o a través de continuas experiencias.  Es común en las comunidades indígenas que los mayores sean quienes poseen los saberes en forma más detallada que los jóvenes.
En las chagras tradicionales se puede percibir un gran potencial de especies de las cuales algunas son alimenticias, otras presentan principios alelopaticos, lo cual se refleja en un control natural de ins

 

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MIGUEL DARIO CHACON CASTRO -

Busco a egidio muchavisoy ....zootecnista de la universidad Nacional de Colombia sede Bogota. Cualquier informacion comunicarse con esta direccion electronica